La película Torrente 4, escrita y dirigida por Santiago Segura y expuesta este fin de semana en 665 cines ha tenido el mejor estreno español de la historia al ingresar 8,12 millones de euros en tres días y ser vista por más de un millón de espectadores, según El Periódico.
Entre el elenco de la nueva película de Santiago Segura destacan nombres del animaliario como 'Paquirrín', Cañita Brava, Barragán, Belén Esteban o María Lapiedra, entre otros. Segura ha sabido utilizar todos los elementos del morbo que hoy en día busca la sociedad casposa o no, utilizar personajes que cubren las portadas de la prensa rosa y continuar con cameos de personajes reconocidos así como de rutilantes estrellas del firmamento futbolístico como Sergio "El Kun" Agüero y Cesc Fábregas.
Más allá de su pintoresco aspecto, hay que reconocer su gran capacidad de promoción, nos gusté o no. Además, en este caso, ha contando con la colaboración en la promoción de David Bisbal –también colaborador en la película-, aunque en esta ocasión un poco desafortunada, ya que ha realizado un comentario sobre Torrente 4 , en el hashtag #PrayForJapan de Twitter, lugar precisamente destinado a otros fines.
Las aventuras de Jose Luis Torrente, el detective racista, borracho y un sinfín de adjetivos que podrían rondar la franja de la moralidad, han triunfado ya en su recta de salida, veremos que depara en la larga carrera, pero de momento las comparaciones con los mejores estrenos españoles hasta el momento siembran un precedente. En 2009 el mejor estreno español fue Ágora, con 5,7 millones de euros en su primer fin de semana y 20,5 millones totales de recaudación, mientras que en 2010 Tres metros sobre el cielo hizo un primer fin de semana de 1,9 millones de euros.
Si lo comparamos con los tres títulos precedentes, sabemos que Torrente 2 hizo 800.000 espectadores el primer fin de semana y 3,5 millones de euros, y Torrente 3, 1.380.000 espectadores y 7,2 millones de euros.
Nos guste o no, es el cine que triunfa. No nos resistamos o descartémoslo por no estar alineados con su sentido y filosofía.
Vicente Verdú ya lo decía en su libro Yo y tú objetos de lujo, “nuestra época tiene mala prensa. Y no sólo en sentido literal, sino también en sentido audiovisual: está mal visto y suena peor referirse positivamente a ella. Lo correcto y lo ilustrado es despotricar contra lo que compone el panorama de actualidad. Sentirse a gusto en el mundo actual nos igualaría a los necios, mientras que declarar nuestro desprecio nos ayuda, por lo menos, a ser dignos. Esta parece ser la ley”
El cine ya no es cuestión de verlo con códigos literarios y hasta filosóficos, el cine y su público han mutado hacia la nueva sociedad. La celebración de películas llenas de efectos especiales por parte de la juventud no es consecuencia directa de que ‘no saben nada’, sino de que saben algo que los adultos no llegaremos a saber jamás: ver cine con el canon de la imagen el sonido, sin la expectativa de recibir estímulos morales o intelectuales, sino con la sola idea de pasar un buen momento. Después de la cinta no hay nada, aún así, pruébenlo, o se estarán negando a la evidencia de lo que nos rodea.
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