En los dos últimos años me estaba encontrando con una vicisitud bastante curiosa. Por una parte, hallaba a la gente de mi alrededor deficientemente informada o mejor dicho, confusa y desinformada, detectando dicho síntoma incluso entre mi círculo de amigos. Cuando nos reuníamos, tenían una conversaciones bastantes acaloradas y con diferencias acerca de la interpretación de noticias que habían visto en el telediario –en mi caso suelo ver pocos-, sea en su edición del mediodía o de la noche, o en indiferentemente de los posibles canales como TVE, La Sexta, Cuatro, Antena 3, Tele 5 o TV3. En cualquiera de ellos, todos confundían la noticia. Tanto si era en la sección nacional, confundiendo de qué partido se estaba hablando cuando la noticia hacía referencia a algún mitin político, como si era en la sección internacional. Si por ejemplo la noticia abordaba una guerra o conflicto armado, confundían el país o ciudad donde yacía o meramente dejaban de recordarlo, a pesar de no estar hablando de ciudades con nombres de difícil pronunciación o semejantes tipo Nikolayev, Dzhanybek, Chapaevsk o Borisoglebsk.
Aunque en lo referente a la confusión de la ubicación idónea de una guerra se lleva la palma la actriz y exmiss Universo Alicia Machado, tras lamentar en Twitter el conflicto entre «las dos Chinas» cuando se refería a Corea del Norte y Corea del Sur, me sorprendía que algunos de mis amigos –diría que con bastantes más conocimientos geográficos que la tal Sra. Machado- tuvieran dicha oscilación o equívoco, al igual que a la mayoría de ellos los tengo bastantes ‘calados’ en cuanto a su posición y determinación política, dudando mucho de su confuso partidismo.
No tardé en encontrar la respuesta. Un estudio publicado por Communication Research en colaboración con la Universidad de Indiana, demuestra que si el objetivo de una cadena es informar, una presentadora atractiva es contraproducente. Y es que, ante el aumento de las presentadoras seductoras en los informativos –no hace falta hacer publicidad gratuita y decir nombres-, el estudio en cuestión demuestra que los televidentes más embelesados son los que tienen más dificultades a la hora de recordar de qué se les está informando.
La indagación, dirigida por las profesoras Elizabeth Rabe y Lelia Samson, expuso a una muestra de 400 voluntarios a un corto espacio de noticias presentadas por una joven de 24 años. El mismo telediario, en dos versiones. En una, la presentadora aparece con una imagen corriente. Y en otra, con un look más atractivo, incluida ropa ajustada y algo de escote.
Muchas veces me pregunto quien contrata estos estudios para establecer conclusiones tan ‘profundas’. Está claro que el sexo masculino, aunque esté mirando un producto exclusivo en un escaparate, un anuncio con el producto más interesante del mercado –que muchas veces olvidamos qué se anuncia realmente- o como se ha demostrado, un informativo, aún en la sección de deportes y con todo el carrusel deportivo por delante, si aparece una mujer atractiva perdemos la noción, y para llegar a esta conclusión considero que no hace falta ningún estudio. Ahora bien, es todavía más preocupante que en las conclusiones del estudio comenten que los 400 voluntarios prestan menos atención a la segunda versión, obviamente, si las acababan de ver hacía un momento en su primera versión y ya conocían las noticias que se mostraban, como no van a centrar esos machos ibéricos son absoluta atención a quién lo presentaba, con ese escota y ropa ajustada que comentan. No he logrado averiguar si los 400 voluntarios eran de la misma universidad y qué edades comprendían, lo mismo que conocer qué noticias les pasaban –si eran ya conocidas el día anterior o si se centraban en aspectos irrelevantes- , pero prefiero no pensar en ello por no destrozar aún más el preciado estudio.
Me imagino que dicho estudio ‘super trascendental’ para el futuro de los medios de comunicación ya hace tiempo que está en manos de las cadenas televisivas, porque han ido incrementando el nivel de las presentadoras atractivas, y con esto no quiero decir que dude de la gran profesionalidad de todas ellas, sino que muchas cadenas televisabas tal vez prefieran que el telespectador destine su mirada y su pensamiento a otras aspectos, visto en muchos casos el periodismo existente.
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